La mujer agrícola:
raíces y evolución histórica
Olivicultura
Por su transcendecia, especialmente en la provincia de Jaén, el cultivo de olivar merece una mención especial.
Tal y como se ha comentado en el apartado de la Edad Contemporánea, la utilización de la tecnología supuso un antes y después en la agricultura ya que facilitaba el trabajo en el campo. Sin embargo, su utilización estaba muy vinculada a los hombres.
En la olivicultura no ocurrió de forma distinta, los trabajos mecánicos han estado también tradicionalmente asignados al hombre, mientras que la mujer se ocupaba de los trabajos más manuales.
Gómez Higueras, R. (2021). Colección fotográfica "Mujer agricultora" [Fotografía]
Si organizamos los trabajos en la recogida de aceitunas según la propia estructura del árbol, se puede observar que, en el plano vertical, una mayor altura está relacionada con los trabajos masculinos, como el vareo, mientras que los trabajos de suelo han estado asignados a la mujer. Las mujeres tienen trabajos más manuales y estrechamente relacionados con la tierra, tanto es así, que van recogiendo de rodillas las aceitunas que se quedan fuera del manteo.
En cuanto a los titulares de las explotaciones, en 2017 tan solo el 20% de éstas eran mujeres. Por lo tanto, todavía la mayoría de estos cultivos son propiedad de hombres.
Todo esto deja patente que, en el ámbito olivarero, los trabajos de hombres y mujeres están muy diferenciados y separados. No obstante, el cambio de paradigma va en buena dirección, ya que está aumentando el número de mujeres que están interesadas en las labores agrícolas y que ejercen también su profesión como propietarias de explotaciones, ingenieras agrónomas o expertas en catas de aceite. Cada vez son más las que desarrollan estas profesiones y rompen estereotipos de género que aún se encuentran fuertemente afianzados en el mundo rural.